Fragmentos de vidas pasadas sobre esencias que se quedan en la tierra.

Davided
Le gustaba salir de casa con el uniforme puesto. Podía cambiarse tranquilamente en la oficina. Pero entonces ella no le pondría bien el cuello cada mañana frente al espejo. Ni le diría que lo quiere mientras lo hacía. Y eso, era su mejor uniforme.

María O.
Le gustaban las flores estampadas en las camisas de color crudo y las margaritas en la ventana. Y combinar esos zapatos de tacón con labios carmesí. La música mientras cocinaba y el frío. Soñaba con viajar a Finlandia. Desde que le escribiste esa postal. ¿Te acuerdas? Firmaste con un corazón.

Jaene P.
Todo el mundo debería tener un cocktel preferido. Y una gabardina con zapatos de gangster. Si, tú también.

Margareth
Ya no quedaba nada. Excepto el recuerdo de su elegancia.

Louisiana
Se puso sus mejores galas. Caminó decidida. Al ruido de sus tacones. Sombrero de paja. Sol en la cara. Hoy, por fin, era primavera. Y verano. Y otoño.

Eleonor
Fue una tarde de verano. Entramos juntos al cine. Y, entonces, me rodeaste con tu mano la cintura y me guiaste hacia unos asientos. ¿Recuerdas?

Victor
Tres cero en ese partido. ¡Campeones! ¿Mamá, lo viste? ¿Lo viste? La guerra acababa de empezar. Ese día.
